Glándulas anales del perro. ¿Qué son y cómo debemos cuidarlas?
Los sacos anales son una estructura localizada que se encuentra en la zona anal de nuestro animal. Acumulan una sustancia producida por las glándulas anales. Se desconoce cuál es su función definitiva, pero sabemos que ayuda a lubricar las heces. Además, perros y gatos las utilizan como marca de identificación entre individuos.
En cuanto a la localización anatómica, se encuentra lateral al ano entre las 5 y las 7 horas.
Estas pequeñas glándulas se vacían cuando nuestro perro se posiciona para defecar levantando su cola. Ambos sacos drenan al año la sustancia que acumulan mediante un conducto pequeño que los comunica para ser expulsada junto con las heces.
¿Debemos vaciar periódicamente las glándulas de nuestros perros?
La respuesta es no. Esto es un proceso natural al que deben de acostumbrarse nuestros peludos. Mucha gente acude al veterinario de forma recurrente para realizar el vaciado, acomodando a nuestro perro y deshabituando el proceso natural.
¿Cuándo deberemos vaciar las glándulas anales?
Solamente cuando el vaciado de las glándulas anales no se produce de forma natural o presenta algún problema. Por ejemplo:
- Nuestros perros arrastran en exceso la zona en el suelo con una postura muy característica.
- Lamido o mordido excesivo de la zona.
- Olor desagradable.
- Dificultad al defecar debido al dolor que puede producir.
¿Cómo podemos vaciar las glándulas en casa?
Si observamos algunos de los signos mencionados, podemos realizarlo nosotros mismos con la ayuda de otra persona. Aún así, recomendamos que se acuda a nuestro centro veterinario ya que puede ser un proceso doloroso para el animal.
Utilizando siempre guantes de látex, lo sujetaremos mientras otra persona con una servilleta le levanta el rabo exponiéndolo hacia delante y a su vez, le presiona con la mano libre en la zona lateral del ano. Apretando siempre de dentro hacia fuera. Una vez finalizado este proceso, procede a limpiar los restos.
¿Qué problemas puede ocasionar?
Debido a su contenido espeso, es común que estas glándulas se obstruyan y puedan producir infecciones que puedan crear abscesos que terminen produciendo un fuerte dolor. Si observamos inflamación o secreción anormal, debernos acudir lo antes posible a nuestro centro para evaluar la necesidad de prescribir medicación.
En ocasiones y debido tanto a recurrencias, predisposición racial, derivaciones anatómicas… nuestro veterinario nos puede recomendar la escisión quirúrgica de las glándulas.
Se trata de un proceso quirúrgico sencillo pero que presenta ciertos riesgos, con lo que siempre debe ser evaluado por nuestro veterinario.
Disfruta de tu compañero, nosotros nos encargamos de su salud.
Tomás Escarpa, Licenciado en Veterinaria y miembro del Royal College of Veterinary Surgeons.
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